martes, 30 de junio de 2009

Nuevo sistema de calefacción con un clúster informático

Hasta ahora, los ordenadores se han utilizado para modelar el cambio climático, pronosticar las tendencias económicas y simular las intricadas complejidades del plegamiento de proteínas. Ahora, IBM guarda algo nuevo para los ordenadores de alto rendimiento: calentar edificios.Gracias a un novedoso sistema en chip de refrigeración por agua desarrollado por la compañía, la energía térmica de un clúster de procesadores informáticos se puede reciclar eficazmente para proporcionar agua caliente a una oficina, señaló Bruno Michel, del Laboratorio de Investigación de IBM en Zurich, Suiza. El objetivo, según él, es mejorar la eficiencia energética de grandes clústers informáticos y reducir su impacto medioambiental. Se espera que un plan piloto, consistente en un sistema informático equipado con esta tecnología, pueda ahorrar hasta 30 toneladas de emisiones de dióxido de carbono al año (el equivalente a una reducción del impacto de carbono del 85%). Una novedosa red de capilares microfluídicos en el interior de un disipador de calor va unida a la superficie de cada chip del clúster informático, lo que permite que el agua circule a micrómetros del material semiconductor. A pesar de su estrecha proximidad con el circuito, no hay peligro de fugas, señala Michel, porque los capilares están herméticamente sellados. Al fluir el agua tan cerca de cada chip, se puede eliminar el calor de forma más eficaz. El agua calentada hasta una temperatura de 60°C se pasa luego a través de un intercambiador de calor para proporcionar calor que se envía a otro sitio.

Telescopio Cherenkov


Un telescopio Cherenkov es un detector de rayos gamma de muy alta energía en el rango de 25 GeV a 50 TeV desde la superficie terrestre. En la actualidad hay cuatro grandes telescopios Cherenkov en operación, CANGAROO-III, MAGIC, HESS y VERITAS.
Debido a la rapidez con la que disminuye el flujo de rayos gamma de fuentes cósmicas a altas energías, los detectores espaciales resultan ineficientes porque están limitados en su área de colección a unos centenares de centímetros cuadrados. En el caso de los telescopios Cherenkov, la atmósfera de nuestro planeta se utiliza como medio de detección y el área de colección alcanza muchos miles de metros cuadrados. Esto permite a los telescopios Cherenkov detectar rayos gamma en un rango de energías inaccesible para los instrumentos espaciales
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